Nuestros corazones responden a las palabras relajantes mientras dormimos, asegura un nuevo estudio, realizado por el GIGA – Center of Research Cyclotron de la Universidad de Liège (Bélgica), en colaboración con la Universidad de Fribourg (Suiza).
Los investigadores descubrieron que el cuerpo humano, incluso dormido, no está enteramente desconectado del mundo exterior. El estudio, publicado en el Journal of Sleep Research, revela que el corazón humano responde a diferentes tipos de palabras al oírlas mientras duerme. Las palabras relajantes causan una disminución del ritmo cardíaco, lo que refleja un estado de sueño más profundo comparado con lo que sucede al escuchar palabras neutras, que no tuvieron el mismo efecto.
¿Qué potencial tiene este descubrimiento?
La investigación involucró análisis de estudios previos que ya habían mostrado una relación entre el incremento de la fase de sueño profundo o slow-wave sleep (SWS) y la calidad de sueño subjetiva mientras los individuos escuchaban palabras relajantes durante este periodo (también llamado non-rapid-eye-movement o NREM). El estudio original se había publicado en 2021 en la revista Sleep y contó con 50 participantes saludables, de habla alemana, con un promedio de edad de 22 años. Su sueño fue grabado y calificado usando métodos estándar para asegurar la identificación de cada fase del sueño. Se monitoreó también la actividad cerebral, muscular, cardíaca y los movimientos oculares de los jóvenes.
Durante dos noches distintas, las personas fueron expuestas a dos situaciones también distintas: una en la que escucharon palabras que conducían a la relajación, la otra en la que escucharon vocablos neutrales, que se usaron como control. La frecuencia del sonido de las palabras fue estratégicamente elegida para que coincidiera con el ritmo del sueño profundo o de ondas lentas, fase crucial para que el sueño sea reparador y para la consolidación de la memoria.
Los investigadores también midieron los intervalos de los latidos cardiacos antes y después de la presentación de palabras.
¿Qué podrían significar estos hallazgos? Históricamente la relación entre las funciones del cuerpo y los procesos cognitivos como la memoria, la emoción y la percepción han sido estudiados mientras estamos despiertos. Se sabe ahora que el estado del organismo puede influir en los procesos cognitivos incluso cuando estamos dormidos. Los resultados de estas pruebas no sólo sirven para, por ejemplo, usar el sonido de palabras que llevan al relax para dormir más profundamente, sino que funcionan como puntapié para explorar vínculos entre la actividad cardiaca y la calidad del sueño, y también para dar más luz sobre cómo mejorar los procesos cognitivos que dependen en buena medida de que ocurra el sueño profundo. Cuerpo y cerebro están más comunicados de lo que creemos, incluso mientras dormimos.