A mediados de la pandemia los dentistas dieron la alerta, y hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio cuenta del aumento del bruxismo a nivel mundial, con su correspondiente cuota de dientes rotos y tensión extendida. Bruxismo es el término técnico que se usa para nombrar el comportamiento de apretar o rechinar los dientes con fuerza y de forma prolongada e inconsciente mientras se duerme. A veces la fuerza mandibular ejercida es tanta que puede llegar a los 113 kilos, según este reporte del Manual MSD.
Padecer bruxismo puede tener como consecuencia desgaste de órganos dentarios, dolor de cabeza, cuello y oídos, lesiones del tejido periodontal, dificultades para abrir la boca, alteración de la articulación temporomandibular e hipertrofia de los músculos masticatorios.
El bruxismo es un trastorno del sueño
El bruxismo está incluido como trastorno del sueño en la Clasificación Internacional de los Desórdenes del Sueño (ICSD-3), que lo considera como un trastorno del movimiento relacionado con el sueño, aunque también puede ocurrir en momentos de vigilia (es probable que si ocurre durante el día también ocurra en la noche).
¿Qué causa el bruxismo?
¿Padecemos bruxismo por ansiedad o estrés? Algunos estudios así lo señalan, aunque la etiología del problema no es clara. Un estudio publicado en Psychiatry Research, por ejemplo, señaló que la ansiedad somática, el estrés y el enojo en adultos estaban relacionados con el desarrollo de bruxismo y el manejo de estas condiciones o emociones podría ser útil para prevenirlo y combatirlo.
Otra investigación reciente consignada en el Journal of Sleep Research encontró que el nivel de estrés emocional y el insomnio no afectaban significativamente el desarrollo de bruxismo, contrario a la creencia generalizada. El monitoreo se realizó entre 86 participantes, 44 con insomnio y estrés, y 42 sin problemas para dormir, y no halló diferencias significativas en cuanto a la prevalencia de bruxismo.
Tratamientos contra el bruxismo
Como profilaxis los especialistas suelen recetar las guardas nocturnas u oclusales, que son protectores de mordida de goma o acrílico. Sin embargo, nuevos enfoques sugieren que pueden no tener la eficacia antes pensada, aunque sí ayudan a prevenir el desgaste dental.
Científicos de la universidad de San Pablo, Brasil, aseguraron luego de una revisión sistemática que no existe suficiente evidencia de que las guardas sean efectivas para controlar el bruxismo del sueño, y mencionaron que hacen falta más estudios con estándares claros y sin sesgos para afirmar que son útiles.
Por otro lado, otro estudio publicado en el Journal of Orofacial Pain, observó el efecto de las guardas oclusivas en pacientes con bruxismo del sueño, y en algunos de ellos el padecimiento había incluso aumentado. Los científicos sugirieron que es necesario realizar un seguimiento individual en cada paciente para asegurarse de que el tratamiento funcione.
En los últimos tiempos ha tenido buenos resultados contra el bruxismo del sueño la aplicación de toxina botulínica en los músculos maseteros, a los costados del rostro. Esto los relaja y elimina el potencial de ejercer esa fuerza excesiva.
Si padeces bruxismo de sueño y crees que puede estar asociado con estrés o ansiedad, puedes probar meditar o hacer yoga. Sí existen numerosas pruebas de que esta disciplina es efectiva para reducir el estrés, y algunos han sido documentados por el Journal of Oral Rehabilitation que lo recomienda para personas con bruxismo del sueño.